Un sueño maravilloso

Diego Molpeceres

Entrevista con David Rodríguez, de la Fábrica Maravillas

David Rodríguez. / CerveTV

Tras una primera introducción a la Fábrica Maravillas del barrio de Malasaña, ahora nos acercamos hasta la calle Valverde para descubrir una historia más personal. Entrevistamos a David Rodríguez, uno de los dos maestros cerveceros que cocina las maravillosas cervezas de este BrewPub. Este estadounidense, de origen español, nos cuenta cómo entre su amigo, el francés Thierry Hascoët, y él lograron llevar adelante un proyecto ambicioso, pero con pocos precedentes en Madrid.

Pregunta: ¿Cómo surge la idea de abrir este local en pleno centro de Madrid?

Respuesta: La idea viene de hace diez años, cuando Thierry y yo tuvimos la idea de montar una fábrica porque veíamos que había falta de buena cerveza y a nosotros nos encantaba. He de reconocer que uno de los pocos lugares en que podíamos tomarla en Madrid era la cervecería Oldenburg. Quizás venga de ahí, en parte, la idea de abrir nuestro propio BrewPub. Recuerdo que José Luis y su mujer nos trataban muy bien cuando yo trabajaba con Thierry en una distribuidora de música, cerca de la glorieta de Bilbao.

P: Lo que os diferencia del resto de bares es el hecho de fabricar vuestra propia cerveza dentro del local. ¿Pero, por qué no tenéis siempre las mismas cervezas en la carta?

 David Rodríguez en su local. / Álvaro García. 

R: Bueno, nosotros la fabricamos pero también la vendemos. Los diferentes tipos dependen de la semana y de la estación del año. Intentamos que vayan rotando. La Valverde, la Flipa y la Malasaña son tres cervezas que tenemos casi siempre. Sin embargo, también tenemos cervezas de temporada (saison) y especiales y otros experimentos que hacemos de vez en cuando.

P: ¿Cuál es la que más triunfa entre la gente?

R: Puede que sea la Malasaña, porque hacemos más litros y porque lleva el nombre del barrio. Pero además es una cerveza más suave, aunque la cabrona también tiene tirón. Esta última solo la hacemos en invierno. Yo pienso que una vez que has probado la cerveza artesana resulta difícil volver a beber las industriales.

P: ¿Cuál es el tipo de gente que se acerca a visitaros?

R: Pues en realidad para mí esto es lo más bonito; que no son ni puros frikis del mundo de la cerveza ni hipsters. Tenemos jóvenes, mayores, pero también hay clientes que vienen casi todos los días. Además nos visitan muchos turistas, porque es muy fácil encontrarnos en Internet.

P: ¿Cómo os organizáis entonces para producir la cerveza y atender a los clientes?

R: En producción estamos solo Thierry y yo. Y para los camareros nos vamos turnando, porque también están nuestras respectivas parejas. Además distribuimos algunos de nuestros barriles a otros bares del barrio, pero la prioridad es nuestro BrewPub. También embotellamos las tres “fijas”, para que la gente se las pueda llevar a casa. 

P: Volviendo al principio, como productor, ¿qué opinas del crecimiento del mercado de la cerveza artesana en España?

R: Yo creo que se está poniendo muy de moda y algunas fábricas sólo están ahí por el negocio y no por la cerveza. Pasó lo mismo en Estados Unidos; creció mucho, hubo un gran bum y luego cerraron muchos que no eran auténticos apasionados, sino que habían entrado en el mercado para ganar dinero. No eran realmente amantes de la cerveza. Aquí en España hay algunas que ya han cerrado, pero estoy seguro de que vamos a seguir viendo crecer el mercado en los próximos años.